Futbol Americano y Violencia Doméstica

Muchas personas han visto y han sido asombrado por el video de un jugador de futbol, Ray Rice, pegando a su novia y luego rastrándola de un ascensor. Otras han comentado que esto no es una sorpresa porque así es la violencia doméstica.

Aunque Ray Rice ha sido suspendido, otros jugadores que han abusado a sus esposas o hijos no están recibiendo una acción disciplinaria apropiada. Un ejemplo es Adrian Peterson quien podía jugar el domingo pasado aunque había golpeado a sus hijo. Pero la protesta del pueblo se está levantando. Compañías financiando los juegos están retirando su dinero.

Aunque podemos encontrar cada semana nuevos casos de violencia doméstica en las noticias, el crimen se queda escondido porque muchos no quieren o no saben reportarlo y buscar ayuda.

En realidad el problema es enorme. El FBI reporta que una mujer es golpeada cada 15 segundos en EEUU, y el Centro de Control de Enfermedades dice que una de cada cuatro mujeres es golpeada o asaltado sexualmente por su pareja en su vida. ¡Increíble!

A veces pensamos que la violencia doméstica no ocurre en nuestra comunidad. Pero todos los estudios indican que la taza de violencia doméstica es prácticamente la misma en todas las comunidades; no importa si es hispana, Afro Americana o Anglosajona. Ocurre igualmente entre los ricos y los pobres. Existe en todas las comunidades.

¿Pero cómo respondemos los católicos a este crimen y pecado? Nuestros obispos en EEUU escribieron en una carta muy bonita que se llama Cuando Pido Ayuda” sobre violencia doméstica. Dicen: “Tenemos que decir lo más clara y fuertemente posible que violencia contra la mujer dentro o fuera de la casa nunca está justificada.” Terminan declarando: “Tenemos que enfatizar que nadie debe quedarse en un matrimonio abusivo.”

Lamentablemente, muchos sacerdotes no han sido preparados para tratar con violencia doméstica. Por verla como demasiado difícil o controversial no predican sobre ella. A veces no ven el problema o dicen a la víctimas que tienen que volver con su pareja abusiva y aceptar su cruz. No es cierto.

En pocas diócesis hay servicios para víctimas. En San Pío V y la Arquidiócesis de Chicago, estamos bendecidos de tener servicios para víctimas y sus hijos y también para hombres que abusan a sus mujeres. Además tenemos clases para padres y madres para que aprendan cómo criar a sus hijos en forma no violenta.

Hay mucho más reconocimiento de violencia doméstica gracias a estos jugadores abusivos. Qué nuestra Iglesia Católica también reconozca su falta de responder bien a las víctimas y abusadores y empiece a ofrecer los servicios necesarios para todos.

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